#OpCovid19 - Pazuello

Operaciones 25 de Ago de 2021 EN BR

Brasil tiene más de 575.742 muertes por covid-19 y es el segundo país con mayor número de muertes. Pero la evaluación de los expertos e investigadores es que la pérdida de muchas de estas vidas podría haberse evitado si el Gobierno de Bolsonaro y el Ministerio de Salud, bajo el mando del general Eduardo Pazuello desde el 16 de septiembre de 2020 hasta el 19 de marzo de 2021, hubieran coordinado las acciones preventivas que implican, sobre todo, el distanciamiento social, y las acciones de planificación y coordinación por parte del SUS (Sistema Universal de Salud de Brasil) . Desde el estallido de la crisis de Manaos (Amazonas), donde el colapso del sistema de salud implica la falta de oxígeno para los pacientes, Bolsonaro y Pazuello están siendo aún más presionados para que rindan cuentas de sus acciones en la gestión de la pandemia.

Miembros de la sociedad civil y de la oposición se están movilizando para proponer acciones penales y, en el caso de Bolsonaro, órdenes de destitución. El general, en la cúspide de su carrera, con 3 estrellas, Eduardo Pazuello, se desempeñó durante cuatro meses como interino en la cartera y luego fue el titular del ministerio que más tiempo duró durante la pandemia de coronavirus. Su periodo en el cargo estuvo marcado por la frase "Uno ordena y el otro obedece", dicha por Pazuello junto al presidente Bolsonaro, en noviembre pasado, en medio de la crisis que llevó al ministerio a dar marcha atrás en un anuncio de compra de 46 millones de dosis de la vacuna Coronavac (SinoVac).

El fiscal de Amazonas está investigando si al menos 50 muertes en el período diciembre/enero/2021 están relacionadas con la falta de oxígeno. Sin embargo, sólo el 14 de enero, el Ministerio de Salud preparó la entrega de emergencia de oxígeno utilizando un avión de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB), y el presidente Jair Bolsonaro declaró cumplido el papel de su Gobierno. Cuando visitó Manaos unos días antes del colapso de los hospitales, Pazuello instó a los médicos a iniciar el tratamiento "temprano" de los pacientes sospechosos de tener covid-19. Lanzó una plataforma, llamada TrateCov, que indicaba los siguientes fármacos sin eficacia probada contra la enfermedad: difostato de cloroquina, hidroxicloroquina, ivermectina, azitromicina, doxiciclina y sulfato de zinc. Ante las repercusiones negativas, la página fue retirada del aire y el sistema cerrado.

Los medicamentos ineficaces, especialmente la cloroquina y la hidroxicloroquina, fueron la principal apuesta del Gobierno de Bolsonaro para combatir la pandemia. Al principio de la crisis sanitaria, la comunidad científica consideró la posibilidad de que estos medicamentos pudieran tener algún efecto contra el covid-19, pero las investigaciones científicas han descartado esta posibilidad. Aun así, ni el gobierno ni el presidente renunciaron a su apuesta e hicieron que el ejército aumentara la producción de cloroquina (debido a la malaria, el ejército brasileño tiene su propia empresa farmacéutica para producir cloroquina). Cuando asumió el Ministerio en mayo -primero temporalmente y luego de forma definitiva-, Pazuello incluyó los medicamentos en el protocolo oficial del Ministerio de Salud -firmado por subordinados del ministro- para casos leves de covid-19.

Además, el ministro siempre estuvo al lado del presidente cuando éste promocionaba los medicamentos en sus discursos semanales en las redes sociales, en los encuentros con sus seguidores y en sus apariciones públicas. Según un estudio de la BBC, el Gobierno gastó alrededor de 90 millones de reales en medicamentos ineficaces. Por los daños causados al patrimonio público y la violación de los principios de la Administración, el Ministerio Público Federal envió al Tribunal Supremo una acción de improbidad administrativa contra el ex ministro de Salud Eduardo Pazuello. La acción señala la existencia de casi 122 millones de reales en daños al erario, referidos principalmente a gastos con tratamientos contra el Covid-19 sin eficacia científica comprobada.

Tanto Bolsonaro como Pazuello aseguran que fueron tratados con cloroquina y otros medicamentos cuando fueron infectados con el coronavirus. En un video con el presidente, el ministro de Salud dice que estaba "como nuevo" después de tomar la medicina. Todo este aliento tuvo consecuencias: no es raro escuchar informes de personas que están tomando estos medicamentos como medida preventiva, incluso sin la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Hasta finales del año pasado, Pazuello no tenía un plan consistente para iniciar la vacunación, mientras que países como el Reino Unido y Estados Unidos iniciaban sus propias campañas.

Cuando comenzó a presentar un esquema del plan, sin fecha de inicio de la campaña nacional, siguió excluyendo a Coronavac (producido en Brasil por el Instituto Butantã en asociación con Sinovac). Despedido de su cargo a finales de marzo de 2021, Pazuello participó en el acto de Río, días después de haber declarado en la investigación de Covid en el Senado. En la comisión parlamentaria, Pazuello es investigado por la presunta comisión de delitos de responsabilidad en varios frentes. Uno de ellos es sobre la crisis en Manaus, para averiguar si hubo una falta de planificación para organizar el sistema de salud y una omisión en relación con la entrega de oxígeno. Otro punto importante para los parlamentarios es el papel del ex ministro en la adquisición de vacunas, especialmente su resistencia a la compra de Coronavac y el agente inmunizante producido por Pfizer.

También se investiga el estímulo para que los estados y municipios utilicen hidroxicloroquina, un fármaco sin pruebas científicas contra Covid.Finalmente, ambos deben ser juzgados por sus acciones. Es por eso que comenzamos OpCovid19 con este extraño personaje, que ayudó en el caos de la enfermedad y las ramificaciones de la negación y el "tratamiento temprano".