Protestas y lo que llevó a la discusión sobre la constitución:

Lo que comenzó con protestas contra el aumento de las tarifas del metro pronto tomó una proporción violenta, Sebastián Piñera declaró el estado de emergencia en la capital y nombró a un ejército para contener las protestas, mismo después de la derogación del aumento de las multas, la gente volvió ahora a las calles para protestar por las desigualdades sociales y la opresión.Fue la primera vez desde el fin de la dictadura de Pinochet en 1990 que miles de soldados salieron a las calles y se impuso el toque de queda. La constitución actual es un legado de la dictadura de Pinochet. "(...) La Carta Magna de 1980, redactada por el colaborador de asuntos legales de Pinochet, Jaime Guzmán, dejó fuera las garantías sociales de la mayoría de la población chilena, al no incluir en su texto el acceso universal y gratuito a la educación, salud, seguridad social, entre otros ".

Las protestas siguieron aumentando y extendiéndose por todo el país, en Santiago alrededor de 1,2 millones de chilenos salieron a las calles para protestar contra la represión impuesta al pueblo, y exigió el "regreso de los militares a las bases" y la libertad del derecho de ir y venir, lo que provocó una crisis social nunca vista en los últimos 30 años en el país. Lo que llevó a los manifestantes a cuestionar la existencia de una constitución heredada de la época de la dictadura, surgió una probabilidad de acuerdo cuando la policía suspendió el uso de balas de goma y plomo después de numerosos casos graves de lesiones corporales e incluso oculares contra los manifestantes.

Incluso con la promulgación de la nueva constitución, la población chilena no está satisfecha con la forma en que el Estado ha abordado los temas fundamentales para la democracia. Desde que Sebastián Piñera asumió la presidencia, las manifestaciones populares han sido duramente reprimidas, con detenciones políticas y muchos manifestantes gravemente heridos. En julio, varias personas protestaron en Santiago pidiendo justicia y reparaciónpor las más de 400 personas que sufrieron lesiones en los ojos durante las manifestaciones que se vienen realizando desde 2019 en el país, ya que el gobierno de Piñera termina tratando estos asuntos como algo que nunca sucedió, ocultando toda la sangre derramada en un intento de convencer de que la nueva constitución acabará con el problema de la represión policial. A pesar de que, los ciudadanos chilenos advierten que si no se aborda la impunidad estatal y policial en la Asamblea Constituyente, la democracia del país seguirá amenazada por los ecos autoritarios de la dictadura de Pinochet.

Luego de un período de calma, donde el presidente invirtió fondos para ayudar a varias familias y declarar un aumento en la pensión mínima para los ancianos, en nuevos enfrentamientos que se produjeron los viernes, cuatro personas murieron y luego el presidente prometió una reforma de la policía, que aún no ha salido del papel. Todo esto ocurrió en el período comprendido entre 2019 y 2020, cuando estalló la pandemia y se pospuso el referéndum al 25 de octubre de 2020.

 "(...) Con el número de contagios bajo control y la mayor participación electoral en los últimos años (51%), los chilenos aprobaron por amplia mayoría del 80% el cambio constitucional y que el nuevo texto será redactado por 155 electos representantes por voto popular. (...) ".

Ese mismo año, la población eligió a los miembros de la nueva Asamblea Constituyente. A pesar de ello, los conflictos políticos y la represión de los manifestantes han continuado, impulsados por un ala conservadora impregnada estructuralmente en el sistema político y policial chileno. Esto acaba haciendo que el futuro del país sea muy imprevisible, ya que ciertas acciones reaccionarias acaban interfiriendo en la redacción de la nueva constitución. Tal es el ejemplo de la detención de Alejandra Pérez y Manuel Woldarsky, dos delegados constitucionales participantes de la Lista Popular, un grupo elegido para participar en la Asamblea que no estaba vinculado a ningún partido político. Los dos delegados fueron detenidos por policías armados cuando participaban en una manifestación contra las detenciones políticas que se han producido en el país desde las grandes protestas de 2019.

Em uma onda de protestos que durou cerca de um ano, os chilenos conseguiram ir às ruas votar a favor da mudança da constituição e também para definir quem participará da composição da comissão constituinte, um feito histórico conquistado através de luta e conscientização política e social.

En una ola de protestas que duró cerca de un año, los chilenos lograron salir a la calle para votar a favor del cambio de la Constitución y también para definir quiénes participarán en la composición de la comisión constituyente, un logro histórico conseguido a base de lucha y conciencia política y social.