Este es un mensaje para ti que odias tu vida.
Trabajas en algo que odias o en algo que te gusta, pero trabajas junto a personas que te hacen odiar tu vida diaria. Tú que odias tener que ver al mismo jefe insufrible todos los días.
Si tienes más de un jefe insufrible, tu odio es mayor que el de los que pertenecen al grupo anterior.
Este texto es para ti, cuando vas en el autobús o en el tren de camino al trabajo en una mañana calurosa, aspirando el oxígeno que se comparte con otras 73 personas que van apretadas contigo y sobre ti, en esa caja metálica con ruedas que se desliza sobre el asfalto que se calienta más que un día soleado. Los que utilizan el tren para viajar acaban experimentando más ira (o no).

Dependerá de las prisas de los demás y de la voluntad de los guardias de la "compañía" de seguridad de la estación de no darte patadas, puñetazos o latigazos hasta que estés dentro o fuera de los vagones auschwitzeanos.
Tú que ya no soportas el trabajo que tienes, pero no lo dejas porque tienes facturas que pagar, hijos que cuidar y apariencias que mantener.
Tú que te llevas comida de casa para comer en el trabajo, o que te reúnes con otros como tú en una cafetería hecha para adultos para comer como animales amaestrados en tus pocos minutos repartidos entre la nada divertida tarea de intentar adivinar qué opciones de comida habrá hoy. Tú que ves la televisión todos los días... y tú que ya no la usas.

Tú que tienes una vida insípida, aburrida, en blanco y negro, cuyas opciones para aliviar la tensión ya no funcionan.
Estas "opciones" son el consumo de cerveza, cigarrillos o sustancias ilícitas.
Un paquete y un consumo que enriquece prácticamente a los mismos, muriendo algunos "como tú" por el camino.
Pero el dinero de este intercambio siempre llega al destino que es seguro.
TODO lo que te han dicho, impuesto, enseñado, ES ERROR.
Tú NO odias tu vida. Odias en lo que otras personas lo han convertido.
Odias estar encerrado en una habitación todo el día, frente a una fría pantalla de ordenador, teniendo que escribir y reescribir cosas para alguien a quien le importa una mierda tu existencia y que, sin embargo, te ordena, como un rey o una reina, que retires tu(s) foto(s) familiar(es) de tu escritorio.

Odias estar delante de una maldita máquina industrial desde las 7 de la mañana hasta las 5 de la tarde, teniendo que adaptar tu cuerpo a la velocidad de los equipos tecnológicos de última generación.
Recuerda que en una de estas, tú, que ya has tenido muchas pérdidas hasta ahora, puedes tener un accidente y volver a casa sin ninguna parte del cuerpo. Pero el beneficio que produjera irá SIEMPRE al mismo lugar de siempre, con un destino seguro.

Odias saber eso. Odias sentirte solo ante esta situación y con ello empiezas a distanciarte de tus iguales, de los que pasan por la misma rutina calculada, subdividida en horas y minutos que sirven para producir beneficios para alguien o algún otro, cuyos individuos son otros y no tú.

Estamos aquí para decirte que NO ESTÁS SOLO.
No es el único que se da cuenta de esto.
Llevamos mucho tiempo buscándote.
Tú también, en cierta medida, nos has buscado.
Lo sabemos. LO SABES.

El problema no eres tú ni tu mente cuestionadora e insatisfecha. Eres un pulso angustioso de la vida en un mundo de muerte, de masacres, donde el dinero está por encima de cualquier vida.
Pero te hemos encontrado. Y ahora sabes que SIEMPRE has sido parte de nosotros.
Finalmente nos encontramos para organizarnos.
Tú y nosotros somos UNO.
Somos legión.
Somos anónimos.
No perdonamos.
No lo olvidamos.
Espéranos.